El Sofá del Zorro

He de decir que cuando me decido, me decido, pero hasta que lo hago... Ha sido sorprendente ver que había elegido un nombre poco pagano para un gato, que por otra parte no tienen religión...

Semana tras semana, he probado nombres de lo más diverso, algunos terribles que no voy a pronunciar. Y el gato como si nada, no se ha dado por aludido y me ha contestado. Y eso que es un gato al que le encanta maullarme. ("Habla" más que muchas personas, siendo macho tiene la facilidad de palabra de una gata, increible...).
Angustiada porque ya no sabía como llamarlo decidí, volver a la primera idea que acostumbra a ser la buena. Y para ayudarme en mi decisión busqué estos argumentos.

Ariel

1. León de dios, también traducido como dios de los leones, altar o Jerusalem (bueno, es cierto que es muy própio, pero no me gusta meter en estas cosas políticas al pobre minino)
2. Arcángel, versión femenina de Uriel (desde cuando tienen sexo los ángeles??? Si lo tienen espero que sea masculino). Ángel de la curación y de los nuevos comienzos (eso me gustó y ganó puntos). Ayudante del arcangel Gabriel (eso le quita, porque de todos es conocido que este arcangel es un poco chuleras y un tanto genocida, y todo se pega menos la hermosura).
3. Otras versiones: Considerado trono, que manda más, comandante de demonios. (Ahí está el nene...). El que según las escrituras del Libro de Nod, condenó a Caín a ser un ser vampírico. (Eso es poderío y lo demás son aficionados).
4. Es el encargado de dirigir a los hombres en la Tierra. (De todos es conocido que los gatos mandan sobre sus dueños y les permiten vivir en sus casas, las del gato, claro. Así me gusta liderando, a ver si se pega algo).
5. Proviene del concepto sumerio de altar y del concepto de genios guardianes kirubi. (El hecho de que los hebreos hicieran un "homenaje" a la mitología sumeria, como casi todas las culturas, también hace ganar puntos en el tema pagano).
6. Tiene entre dos y tres sílabas y fácil diminutivo para cuando te pones ñoñón con el felino. (Alguien ha intentado llamar a su gato por un nombre largo lleno de consonantes, por muy alucinante que sea el nombre??? Sobre todo si se ha hecho pis en tu camiseta favorita. El mío todavía no lo ha intentado).

Así que como argumentario está bastante bien, y mi conciencia racionalista, estaba contenta de haber elegido bien. Pero un día de esos raros en los que estoy descansada, me saltó una palabra a la cabeza. "HAIKU". Al fin y al cabo, los gatos son como un poema conceptual en si mismos, o como la poesía visual y los poemas-objeto, de Joan Brossa, al que adoro.



Y me planté delante del gato y le dije en coña: "hola Haiku" = MEUUUU. (Terror en mis neuronas...)

Y así llevamos ya tres semanas, que me contesta y viene cuando lo llamo por su nombre. "Haiku".